Nuestra filosofía

Justas medievales

Foto: Javi Bardaji

Para nosotros, la recreación de la caballería va inexorablemente unida al rigor histórico. No concebimos otra forma de acercar el pasado al gran público. Todo espectáculo ecuestre ambientado en el pasado que no se ajusta colegiadamente al periodo que dice evocar, es tratar injustamente nuestra historia, poniendo en escena una práctica circense. Los espectáculos históricos, en estos casos, mantienen la historia como una excusa para impresionar o divertir; no constituyen un fenómeno cultural pleno, avanzado y de calidad, propio de una sociedad del conocimiento como es la nuestra. Las exhibiciones de nuestro proyecto no solo entretienen, asombra o emocionan, también enseñan.

El uso de armaduras correctas históricamente, de yelmos con fidelidad a los distintos periodos medievales y del Renacimiento, y de armas que se ajusten a los modelos históricos que nos muestran los manuales historiográficos o las colecciones muséisticas, es indispensable para poner en escena esta disciplina. De lo contrario, no estaríamos mostrando la verdad y estaríamos dando una imagen sesgada y falsa de lo que era la caballería en el pasado.

En esta misma línea, la reconstrucción de torneos, por ejemplo, la hacemos siguiendo patrones deportivos y de competitividad; las justas a caballo no tienen un ganador definido, ni conocemos qué va a suceder durante las mismas. Es, realmente, como sucedía en la Edad Media. El ganador de las justas se decide por propia habilidad de los justadores, que están expuestos a impactos no deliberados, descabalgamientos, actitud de los caballos, etc. Es, a fin de cuentas, la muestra en directo de un torneo medieval, sin trampa ni cartón ni finales guionizados.

Pero no solo eso, los miembros de Jousting Iberia, como esgrimistas históricos y escénicos, dominan también el combate a pie con distintas armas. Un espectáculo donde los justadores y hombres de armas, pie a tierra, muestran la cara más dura de la batalla medieval en una melée con armas embotadas o sin afilar, del mismo modo que en el medioevo hispano.

Una nueva manera de concebir y mostrar los espectáculos históricos ha nacido. Hecha por historiadores profesionales. ¿Te apuntas?

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